FERRATAS DE ESCARRILLA Y SANTA ELENA

Tras la ascensión al Garmo Negro de ayer y antes de volver a casa, hacemos dos ferratas cortas y sencillas que hay en la zona del valle de tena, la ferrata de escarrilla y la de Santa Elena.

La ferrata de Escarrilla esta en el pueblo del mismo nombre, pasamos el pueblo dirección Formigal y antes de cruzar un tunel aparcamos en un pequeño aparcamiento que hay a la izquierda. La ferrata se encuentra en el antiguo tramo de carretera, a la derecha del túnel, en la zona de escalada de el sombrero, a 5 minutos del coche.
La ferrata es muy sencilla y corta, un primer tramo vertical, una corta travesía horizontal y un ultimo tramo bastante tumbado, no nos lleva mas de 10 minutos hacerla.
Regresamos a la antigua carretera por un sendero algo difuso, visitando un bunker de la guerra.
Ferrata para iniciarse, sin mucho interés, puede ser complemento a otra actividad.

En ruta hacia Logroño, pasamos el pueblo de Bubal y a unos tres kilómetros vemos un aparcamiento a la derecha con una señal que indica ermita de Santa Elena, aparcamos.
La aproximación es corta, cruzamos el puente y seguimos por la pista donde hemos de coger un sendero a la izquierda que lleva al inicio en 10 minutos.
La ferrata es sencilla, superando varios resaltes en cortos tramos verticales, se va ganando altura, discurre en parte por las ruinas de una fortificación militar. En poco mas de 20 minutos llegamos al final. Desde aquí podemos acercarnos a la ermita de Santa Elena (izquierda) o bajar por un camino en zig-zag hasta el parking (derecha).
Esta ferrata, con algo mas de interés que la anterior, merezca algo mas la pena aunque sólo sea por visitar las ruinas militares o la ermita. También hay en la zona un dolmen.

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ASCENSIÓN AL GARMO NEGRO Y ALGAS

Después de pasar la noche en Baños de Panticosa, comenzamos a andar a las 7 de la mañana cuando aun no ha amanecido, la mañana es fría pero se augura un día claro.

Silueta del Garmo Negro desde Baños.

Cruzamos el camino paralelo al ibón de Baños y nos metemos pronto en faena, un sendero sube fuertemente en fuerte zig-zag entre pinos, a medida que va amaneciendo vamos dejando Baños de Panticosa mas abajo.
En unos 40 minutos salimos del bosque y llegamos a la Mallata Baja, el camino gira a la derecha y se mete en un bosquecillo. Al terminar la zona arbolada el camino coge otra vez pendiente, llegamos a la Mallata Alta tras una hora y media de caminata.
El sol ya calienta e ilumina los montes que nos rodean. Nos paramos a beber disfrutando de las vistas.

El sol ilumina el objetivo desde la Mallata Alta.

El Sabocos va asomandose.

Tras un empinado tramo, donde el camino se difumina un poco entre bloques de roca, nos situamos bajo el cuello de Pondiellos (ruta hacia los Arnales e Infiernos). Ahora el camino asciende mas suavemente y vamos dejando las paredes sur de la Aguja de Pondiellos y del Garmo Negro a nuestra derecha, hasta llegar a un resalte rocoso que se trepa sin dificultad.
Una vez superado ya se ve la parte final de la ascensión, una empinada cuesta por un terreno muy descompuesto que se hace algo dura.

Ascendiendo poco a poco.

Ultimas rampas, Argualas, Algas SE y Algas vigilan.

Llegamos a los 3051m de la cima tras 4:30 horas de ascensión, el día es inmejorable con buena temperatura y sin nubes nos permite disfrutar de la vista de muchísimas cimas del pirineo, Monte Perdido, Vignemale, Sabocos, Infiernos, Midi, Anayet, Bisaurín...

Balaitus, Infiernos, Vignemale, Monte Perdido...

Cresta de los Algas, detras Collarada, Aspe, Bisaurín...

Tras comer algo nos dirigimos a la cresta de los Algas para hacer varios de estos discretos tresmiles. Bajamos hasta el collado de las Algas en un penoso descenso por una pedrera y tras una corta subida llegamos al Algas N (3032m), siguiendo la cresta llegamos pronto al Algas (3036m). Desde aquí el sendero desaparece y hay que realizar alguna trepada algo aérea hasta el Algas SE (3022m).

Al principio la cresta discurre por una marcada senda.

Pano desde el Algas N, con la cresta a la derecha.

El Midi detrás.

La senda desaparece y hay que buscar los pasos.

Debatimos ahora si seguir hasta el Argualas o regresar, ante el cansancio y la hora optamos por lo segundo.
Bajamos directamente por la pedrera hasta el resalte rocoso de la ruta normal al Garmo, confiados en deshacer el camino seguimos los hitos equivocados y nos metemos en una empinada canal (supongo que sera una buena ruta invernal) que nos deja en la Mallata Alta y desde aquí, ahora si, bajamos hasta Baños por el camino que hemos subido.

El macizo de Monte Perdido.

Abajo Baños, arriba Batanés, Bazias, Brazato, Piniecho...

Entrando en la canal.

En total, unas 11 horas de ruta, en una ascensión dura en la que se superan casi 1500 metros de desnivel en unos 4 kilómetros. Sin grandes dificultades, hay que poner cuidado en el descenso por la pedrera ya que hay mucha pendiente y el suelo es muy inestable. En algún punto puede costarnos seguir el camino, sobre todo si nos coge la niebla.
Las vistas desde el Garmo Negro merecen la pena realizar el esfuerzo de llegar a esta cima.


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