lunes, 17 de marzo de 2014

TRAVESIA ASTUN - LAGOS DE AYOUS

Para iniciarme en esto del esqui de montaña elijo, junto a Iván (furgoblog), esta travesía que lleva desde la estación de astún hasta el refugio de Ayous, ya en la vertiente francesa. Es una travesía en principio sencilla y corta, nosotros optamos por realizarla en dos días para pasar la noche en el refugio y así tomarla con calma ya que yo no se esquiar y suponíamos (como así fue) que a mi me iba a costar manejarme con los esquís.

El parte meteorológico nos señala dos días totalmente soleados y con unas temperaturas demasiado elevadas, aumentando el riesgo de aludes por fusión.

Salimos desde Astún para dirigirnos hacia el norte dejando el barranco del escalar a nuestra izquierda, la primera rampa es pronunciada pero pronto llegamos a la zona llamada Los llanos del sol, un falso llano donde descansar un poco del primer repecho.

Llanos del sol

Cruzaremos el barranco para superar una media ladera donde tendremos que poner un poco de cuidado y  siguiendo el barranco ( ahora a nuestra derecha) llegamos al ibón de escalar, en estas fechas cubierto por la nieve, es una explanada, lo cruzamos por medio para meternos en un barranco evidente que nos deja directamente en el collado de los Monjes, al que accedemos por su lado derecho para evitar la cornisa.

Vistas hacia Astun

Ibon de escalar



Llegando al collado de los Monjes


Desde el collado ya podemos disfrutar de las IMPRESIONANTES vistas que nos acompañaran continuamente y presididas por el hipnótico Midi d´ossau.




Hasta aqui la ruta no tiene demasiada complicación para mi, quitando el normal cansancio de la subida y algun patinazo por no controlar bien los esquis, pero cuando veo la primera bajada comienzan mis dudas...
Es una pala cortita y sin mucha inclinación, la nieve ya esta muy blanda pero aun asi ideal para aprender a esquiar, según dice Iván...


Collado casterau


Quitamos pieles y para abajo... unos cinco metros, que es lo que me cuesta caerme la primera vez. Ivan me  da consejos, los interiorizo y ahora si, para abajo... otros cinco metros y al suelo y asi sucesivamente...
Al final de la pala comienzan unas suaves laderas en las que aguanto mejor y que nos llevan a la base del collado de Casterau



En principio es un collado con bastante pendiente pero corto, decido echarme los esquis a la espalda y afrontarlo con crampones ya que no me veo suelto para afrontar su media ladera... ¡¡¡¡ERROR!!!!

Mientra que Iván sube tranquilamente yo empiezo a hundirme hasta mas arriba de las rodillas enseguida y cuando me doy cuenta estoy totalmente vacio de piernas, es medio dia y hace muuucho calor y además es la "unica" zona que tiene riesgo de aludes, vaya que me dio el pajarón en el peor sitio...

Iván, que ya estaba en el collado, baja y me coge la mochila, estando juntos cae una colada de nieve húmeda a unos diez metros de nosotros... con el susto en el cuerpo y sin mochila consigo llegar hasta el collado, donde me meto un buen "chute" de azucar y parezco venirme un poco arriba.





Desde el collado ya vemos el primero de los grandes lagos, el Lac Bersau, vamos foqueando por su lado derecho y tras una suave bajada llegamos a la última pala, justo encima del refugio, Iván la baja alegremente en un minuto pero yo... la bajo haciendo zetas con las pieles puestas a paso de hormiga.






Una pequeña y suave lomita (que a mi se me hizo eterna) nos deja en el refugio de Ayous, que esta semicubierto por la nieve y que tiene unas vistas realmente inmejorables sobre el Midi. El refugio (guardado en verano) mantiene abierto en invierno un cuarto con una mesa y una habitación con 14 camas, mantas, una mesita, luz y teléfono, todo un lujo.





Con esas vistas y lo confortable del refugio, enseguida se me pasan todos los males, además disfrutar de ese entorno en total soledad y silencio (solo roto por la caida de aludes de las laderas cercanas) realmente sobrecoje.








Tras derretir nieve y cenar caliente, me meto en la cama totalmente satisfecho pero con la incertidumbre de como responderán mis piernas para la vuelta.

Al dia siguiente amanece con una temperatura excesiva pero con la nieve en mejores condiciones, asi que arrancamos prontito. La vuelta la realizamos por el mismo sitio y la verdad que me encontré mejor de lo que esperaba, aunque mi nula capacidad de esquiar y una ampolla en la planta del pie me dieron la mañana...








Como conclusión diré que es una ruta increíble por el entorno, las vistas y la tranquilidad, fácil para gente con un minimo nivel de esqui, para inútiles como yo mejor con raquetas. El refugio permite pasar la noche de manera muy confortable. Sin duda ha sido una experiencia dura en lo fisico para mi pero que seguro no olvidaré.



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