Cruzamos la aldea (literalmente llena de mierda ya que acaba de ser la Romería del Rocío) y nos internamos en el parque, la primera parte de la ruta transcurre por zona de pinar, el guía nos comenta que hace dos días vio en esa zona una pareja de linces pero hoy no parece que estén por la labor... y no sera por conejos que continuamente se dejan ver junto al camino. Entre los pinos vemos echado un cervatillo que estará esperando a su madre.
Tras cruzar la zona de transición entre el bosque y la marisma, donde unos ciervos se dejan ver, llegamos a la madre de las marismas, totalmente seca se presenta como una llanura interminable salpicado por alguna vaca o caballo.
La ruta termina en el centro de visitantes Jose Antonio Valverde donde podemos observar las nidadas de moritos y garcillas. Tras tomar café y ver la exposición sobre el parque, nos montamos de nuevo en el bus y volvemos al Rocío por el mismo camino.
No es uno de los Parques Nacionales mas bonitos que se pueden visitar pero merece la pena adentrarse en el interior de Doñana para contemplar su peculiar ecosistema y la gran cantidad de aves que se dejan ver.
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