Tras pasar la noche en el albergue de Nerín madrugamos para coger el autobús (hay que reservar plaza) que nos acercará a cuello Arenas, donde comienza la ruta.
Comenzamos a caminar a las 8:00h subiendo una pequeña loma
hasta colocarnos en un sendero que discurre sobre el valle de Ordesa,
disfrutando de las vistas sobre este. Llegamos al mirador de Cuello Gordo.
Ahora el sendero (que sigue el GRM-11) tiene algún paso comprometido con algo
de patio y roca suelta, pero sin mayor dificultad.
Sin apenas desnivel, llegamos a unas praderas, sobre las
gradas de Soaso, donde un marcado sendero nos acerca hasta el refugio de Goriz.
Nos ha costado dos horas llegar al refugio, donde dejamos
las cargadas mochilas con las tiendas y demás y comenzamos la ascensión al
Monte Perdido con lo justo, para superar el gran desnivel que nos espera.
Seguimos el camino normal, un sendero que sube a la derecha
del barranco de Goriz, primero por praderas y enseguida por terreno pedregoso.
Al llegar a la ciudad de Piedra, tenemos que poner atención para no perder el
sendero entre los grandes bloques de roca, nosotros seguimos unos hitos que nos
suben demasiado, teniendo que superar algún paso algo comprometido en unas
pedreras muy inestables y salir a un llanito frente a un nevero que se supera
con un pasito a la derecha, equipado con una cadena pero sin dificultad.
En el paso de la cadena. |
Desde aquí al lago helado aún queda un tramo de bastante
pendiente por terreno descompuesto. Llegamos al lago helado, donde comemos algo
y esperamos a reagruparnos todos, disfrutando de la vista de la impresionante
escupidera que tendremos que superar enseguida. Desde Goriz nos cuesta poco mas
de 2:30h llegar al lago helado.
Con las pilas recargadas iniciamos la última parte de la
ascensión, primero se supera una pequeña cresta rocosa que nos deja dentro de
la escupidera. Donde un inestable sendero sube haciendo zetas la gran pendiente
hasta la antecima del Monte Perdido.
Desde aquí un último repecho nos deja en la ancha cumbre de
la séptima cima de España.
Las nubes amenazan tormenta, así que tras realizar las fotos
de rigor hacia Ordesa, el cilindro, Añisclo… comenzamos el descenso por la
escupidera hasta el lago helado, donde una tormenta descarga bien de agua, nos
protegemos bajo unas rocas pero no evitamos acabar calados. Continuamos
descendiendo en cuanto amaina un poco pero la humedad y el frío hace que no
pasemos un buen rato, hasta que mas abajo sale el sol de nuevo secándonos un
poco.
Bajando por la escupidera |
Cuando llegamos a Goriz, el sol brilla con fuerza y parece
ser otro día distinto al que hemos pasado hace sólo un rato y es que no hay que
olvidar que a estas alturas el tiempo y sobre todo las tormentas pueden
sorprendernos en cualquier momento.
Llegando a Goriz |
Montamos las tiendas en una praderita junto al refugio, cenamos algo y disfrutamos del
anochecer y del cielo que la falta de nubes nos regala.
Pasamos una buena noche, con algo de frío, y despertamos con
otro día esplendido. Tras recoger todo, cargamos las mochilas y comenzamos a
las 9:30h el descenso. Bajamos por el sendero hacia la cola de caballo.
Sopesamos si hacerlo por las clavijas de Soaso pero preferimos hacerlo por el
sendero que desciende zigzagueando, ya que vamos muy cargados. Nos acercamos a
la famosa cola de caballo y seguimos bajando por el bonito camino hacia la Pradera de
Ordesa, donde llegamos tras cinco horas.
Ruta no circular, así que hacen falta dos coches. De cuello
arenas a Goriz apenas hay desnivel por lo que es fácil cargar con las mochilas.
El desnivel a superar desde Goriz hasta la cima es fuerte, la escupidera muy
peligrosa en invierno no presenta riesgo en verano. Cuidado en la zona de la
Ciudad de Piedra por que es fácil perder el camino correcto.
MAPA:
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