Salimos sin mucha prisa de Logroño para acercarnos a los
pirineos, esta vez, a los cercanos valles Occidentales. Haremos las dos
ferratas que hay en la zona, la de Articalena y la de Lizara, son dos ferratas
sencillas y cortas por lo que se pueden realizar mas que de sobra en una
jornada.
Llegamos sobre las 12:30h al parking de Guarrinza en la Selva de Oza, nos colocamos el material y nos
ponemos en marcha. La aproximación a la ferrata es corta, unos 10 minutos,
cruzando el puente sobre el rio Aragón Suborden, un cartel nos indica un
sendero.
La ferrata comienza con el tramo mas vertical, una placa
repleta de grapas, a medida que vamos ascendiendo, las grapas van reduciendose
y podemos progresar aprovechando las opciones que nos ofrece la agujereada
piedra. Quitando el principio la ferrata se desarrolla en multiples trepadas de
escasa dificultad. La roca esta repleta de Lirios silvestres que le dan un
toque muy bonito.
Inicio, la parte mas vertical |
Las grapas escasean pero hay buenos agarres |
El ultimo tramo es un poco pesado ya que se trata mas de
subir andando que de escalar. Llegamos al final de la ferrata tras una hora,
las vistas hacia la selva de oza son inmejorables con cimas como el castillo de
Acher y Pico Aguerrí hacia el este y el
farallón del Chipeta hacia el oeste.
Peña articalena |
Castillo de Acher |
Para descender al parking seguiremos dirección norte
siguiendo los hitos (escasos en ocasiones) entre retamas hasta llegar a unas
praderas donde el sendero esta mucho mas marcado y donde sorprendemos a un
rebaño de sarrios.
Descendemos cómodamente hasta el refugio de sabucar y
seguimos, ahora dirección sur, hasta el antiguo cuartel de carabineros junto al
camino que nos deja en la furgoneta, dos horas y media después de la salida.
La de Articalena es una sencilla ferrata que no ofrece pasos
complicados ni expuestos, pero que permite progresar usando únicamente la roca
lo que le hace ganar en interés. Las vistas y un cómodo y bonito retorno la
hacen muy recomendable.
Después de comer nos dirigimos al entorno del refugio de
Lizara, donde a pie de carretera y un kilómetro antes de llegar al refugio esta
la ferrata de Lizara. Esta ferrata ya la hice cuando subimos al bisaurín.
La ferrata es muy corta y aunque no tiene dificultad hay un
tramito un poco mas comprometido con un par de pasos algo desplomados. En 15
minutos terminamos la ferrata.
Unos hitos de piedra marcan el camino de regreso (algo
confuso) que se mete en un pequeño vallecito que sale a la carretera unos pocos
metros mas arriba del inicio de la ferrata.
En total cuesta algo mas de media hora realizar la ferrata,
mas corta pero algo mas complicada que la de articalena.
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